Del periodismo tradicional al pódcast narrativo
En este Al Desnudo hablamos con el equipo de Relatos Amarillos y la experimentada locutora Camila Peroni, sobre cómo logran ir más allá del periodismo tradicional para plasmar las historias en un pódcast narrativo.
El periodismo tradicional se hizo por muchos años a través de una estructura llamada “pirámide invertida”, que organiza los datos de mayor a menor importancia a través de las respuestas de las denominadas 6W: qué (what), quién (who), cuándo (when), dónde (where), por qué (why) y cómo (how). En la actualidad, y gracias al desarrollo tecnológico y de la convergencia de medios de comunicación, hay muchas más apuestas narrativas para poder contar una historia.
En este Al Desnudo hablamos con Juan Baquero (director de Relatos Amarillos); Pedro Espinosa (escritor); Francisco Pabón (periodista y escritor); María Alejandra Roa (escritora e investigadora) y Camila Peroni (locutora) quienes nos contaron cómo logran ir más allá del periodismo tradicional para plasmar las historias en un pódcast narrativo.
La conversación trata aspectos importantes de Inspiración, uno de los más recientes episodios de esta producción original de RTVCPlay.
Cambiando el chip
Francisco Pabón es uno de los periodistas e investigadores de Relatos Amarillos, de su pluma han salido increíbles historias. A pesar de su gran trabajo buscando los relatos y el enfoque perfecto, confiesa que pasar del periodismo tradicional a la narrativa que exige el pódcast no ha sido fácil.
“Vengo de una escuela más tradicional, cuando yo empecé a hacer periodismo las redes sociales no existían, solo existían los medios de audiovisuales y los medios sonoros, pero en sí el podcast no existía; no existía ese ese ese lenguaje que para mí es totalmente nuevo. Lo más cercano que yo tenía al podcast eran las radionovelas que escuchaba cuando era niño”, recuerda.
El trabajo de darle una naturalidad a la historia, de convertir su narración en algo más cercano lo logró gracias a que Sebastián Duque y Pedro Espinosa,también miembros del equipo de Relatos, lo guiaron para lograr que su narración se transformará más en un diálogo coloquial que en una narración grandilocuente, tan característica del periodismo clásico.
Por otra parte, Pedro Espinosa destaca que para poder construir historias cotidianas y cercanas, llevadas a cualquier medio de comunicación, un truco fácil es fijarse en “la manera en la que habla la gente” para así poder descubrir el tono correcto.
“Lo que comparte el periodismo tradicional y las nuevas formas de contar historias es un mismo corazón y es el storytelling, que finalmente nosotros lo aprendemos, no en la universidad, sino en la calle”, rescata.
Juan Baquero apunta al mismo argumento e insistió en que uno de los métodos importantes para que Relatos Amarillos sea un pódcast interesante para la audiencia y tenga historias que enganchen es contar las historias reales como se hace en la ficción.
“Descubrimos que naturalmente las historias deben ser como la piensan los cineastas, en función de cómo enganchar a la audiencia y mantenerla entretenida; contarles una anécdota, pero también narrarles algo que les deje algún tipo de enseñanza de crecimiento”, menciona.
Además, recuerda que técnicas del periodismo clásico, como la pirámide invertida, pueden llegar a matar una historia para pódcast.
“Hay unas técnicas específicas para eso distintas al periodismo tradicional (…) como premisa tú tienes que contar la historia acudiendo una cosa que se llama la pirámide invertida sí, y es que tú cuentas todo al principio y luego vas desmenuzando; la información funciona muy bien en periodismo, pero mata una historia tipo podcast porque uno le cuenta todo al principio y luego se aburre”, concluye.
Pedro Espinosa habla, por su parte, de la estructura aristotélica clásica de la narración: “planteamiento, nudo y desenlace” y cuestiona que más allá de ser un invento de la humanidad es un resumen de cómo funciona la estructura de la memoria del ser humano y ayuda a las personas a darle un “sentido narrativo” al mundo.
Esta estructura es la mejor para el pódcast narrativo pues ayuda en el “proceso de empaquetamiento de la realidad en escenas, en pedacitos de inicios, en pedacitos de nudos y en pedacitos de desenlaces que, finalmente, es la manera en la que nuestro cerebro experimenta el mundo. Agarrar toda está estructura de ficción y meterse a la no ficción es un poco la manera natural de hacerlo”, concluye.
Sobre el periodismo clásico, Pedro reflexiona que su fin último es encontrar la verdad objetiva, pero que en lo narrativo lo importante es hallar la “verdad del personaje”.
“Nosotros al intentar contar una historia nos interesa mucho más, no sé, el enganche o la atención que puede haber al momento de contar una anécdota y el momento de reflexión del personaje, mucho más allá que encontrar la verdad. Nosotros entendemos la verdad como algo narrativo, si Frank Cornetus -protagonista del capítulo de Relatos Amarillos- dice que él llevaba «600 libras en un morral» uno dice, bueno, no voy a empujarlo a decirle «no, espérate, es que 600 libras no caben en ningún morral», si él me lo está diciendo esto debe ser por algo; qué me está queriendo decir con esta exageración y nosotros estamos intentando es, más bien, encontrar la verdad del personaje y no tanto “la verdad”, como se hace en el periodismo tradicional”, resalta.
La importancia de la voz
En el pódcast narrativo norteamericano y de historias de la vida cotidiana resalta la voz simple y natural de quienes hablan, acercando más al oyente y diferenciándolo de la radio y otros medios, donde la voz se escucha más impostada.
Sobre esto, la locutora Camila Peroni mencionó que es necesario tener un buen guion, escrito meticulosamente y que tenga los conectores correctos para que el pódcast no termine sonando aburrido o con una lectura plana.
“El tema del guion si tiene una gran influencia porque, dependiendo de cómo esté escrito, hay cosas que uno sí dice o no dice. Hay guiones que son muy de lectura y es un poco difícil porque uno trata de hilarlos de tal forma que suene lo más natural posible. Hay que tener mucho cuidado con los conectores, siento que hacen una gran diferencia en el momento de locutar porque cuando tú estás hablando, haces pausas en la mitad de la nada cuando conectas muchas frases seguidas”, insistió.
Agregó también que el tono es primordial, porque al intentar locutar de manera natural se puede caer en lo aburrido y monótono, por lo que es necesario buscar la intencionalidad más adecuada en la voz.
“Cuando uno habla tiene cierto ritmo, cierto tono y si se queda en ese mismo ritmo y tono, la gente se aburre, entonces sí puede que estemos tratando de sonar lo más natural posible, pero también tenemos que encontrar la manera de variar los tonos de variar los ritmos de un momento a otro, generar una sorpresa”, resalta.
Relatos Amarillos es una producción original de RTVC Sistema de Medios Públicos que narra las inusuales historias de los taxistas en Colombia. Escúchelo en www.rtvcplay.co o en su agregador de pódcast favorito.