Tiembla
Bueno... Nueve de abril del año 2018. Era de noche. Recogí a mi hija y al novio en la Universidad Católica. Íbamos hacia el lado de Ciudad Jardín, en la once con décima, en el semáforo para voltear. Cuando menos pensaba venía hacia nosotros el TransMilenio, rapidísimo; el tipo trató de desviarse, pero no pudo controlarlo.
Yo traté de esquivarlo, y corrí el carro, pero no alcancé... lo corrí un poco... el impacto fue de lado... si no me muevo nos hubiera cogido en la mitad, y ahí si... El TransMilenio tumbó una valla, un poste y me golpeó, me dio en el lado derecho... el panorámico quedó vuelto nada. Yo le pregunté a mi hija y al novio si estaban bien. Bien, bien, bien... dijeron. Estaban asustados. Yo me bajé y le dije al conductor que qué le había pasado: No, es que nos venían atracando, entonces la gente me gritaba que cogiera el CAI, el CAI, el CAI... Eso fue lo que sucedió.
Por el impacto que recibí... ese golpe me causó un Parkinson. Como a los ochos días empecé a notar unos cambios terribles: empecé a arrastrar el pie y a temblar. Yo pensaba que eran los nervios, pero los médicos me dijeron que era Parkinson y me mandaron unos ejercicios ahí... A mí me duele la espalda, arrastro el pie, camino muy lento, y, además, de repente me la da la tembladera; me tiembla prácticamente todo el cuerpo: empieza en la mano izquierda... Es lo mismo que tiene Antanas Mockus... La voz también me cambió... no es como la tenía antes.
Hay un abogado trabajando en eso, pero no... no ha salido nada. La aseguradora tampoco ha reconocido nada. Nada, nada, nada...
Yo sigo manejando taxi, claro, claro... Pero ya no puedo manejar el tiempo de antes, me canso mucho. Sin embargo, el taxi es lo que me queda... más que todo... me quedan los amigos del taxi: tengo hartos amigos del taxi... Ellos me han colaborado cuando lo he necesitado; ellos están pendientes: Jorgito, ¿ya llegó a la casa? Jorgito, ¿dónde está? Ellos están pendientes por el localizador, también me llaman... Que si ya desayuné, que si ya almorcé. A veces me pongo a pensar cómo será más adelante... Y me da como depresión... Me da mucha impotencia. Salir a trabajar me ayuda, claro... también los compañeros: compartir con ellos... Pero no es lo mismo: no es lo mismo.