El alcalde me condecoró
Una historia. A ver… Una vez, en una carrera con una señorita que había recogido… Ehhh… en Barrio Colombia… Ella iba hacia el barrio Kennedy, hubo una pelea llegando a su casa y fui abordado por unos tipos armados –ella salió corriendo–. Uno de ellos estaba herido y me dijeron que lo llevara al hospital. El hombre me encañonó. Pero el herido no quiso subir al carro, siguieron peleando ahí. Yo aproveché, y aunque era una calle cerrada al rato salí de ahí.
Esa ha sido la única experiencia negativa… De resto bien.
Es más, la Secretaría de Movilidad de Medellín me seleccionó como uno de los 40 mejores conductores de taxi de la ciudad: nos dieron un bono de cien mil pesos. Salimos en el Q’hubo, nos tomaron una foto en Exposiciones, nos recibió el alcalde Federico Gutiérrez, nos dio la mano… Yo me sentí bien… Contento. Además, eso empató con el curso ‘Enrutados para la vida’.
De resto nada… pues, normal.
Mentiras. Lo más bonito es que yo, sin ser de esta ciudad, fui acogido de una manera muy… Bonita. A los cuatro-cinco meses de llegar empecé a manejar taxi y recuerdo que los pasajeros me guiaban por dónde transportarlos, y así aprendí a conocer la ciudad.
Yo soy de El Guamo, Tolima, y me amañé aquí y aquí estoy.