Golpes que dejan amarillos en el cuerpo
Yo trabajaba como jefe de producción y jefe de mantenimiento mecánico en una empresa que queda en la Autopista Sur, antes de llegar al tránsito de Itagüí, a mano izquierda.
Yo soy Ingeniero Electrónico.
Un viernes, hace algunos años, le dije a mi señora:
—Pídame un taxi.
—¿No se va a ir en el carro?
—No. Quiero relajarme hoy… Salir y tomarme unos tragos.
—Ah, bueno.
Me fui a la oficina y trabajé hasta las cuatro; a esa hora le dije a mi secretaria, a Ingrid:
—Pedime un taxi.
Y precisamente el taxista que fue a recogerme era compañero de estudio de la universidad. Me puse a charlar con él.
—Ome, ¿y vos qué? ¿Manejando taxi?
—Sí, Baena. Tengo siete taxis, y yo manejo uno.
Y yo… ¿Cómo? Entonces, bueno, le comenté a dónde iba, que iba a encontrarme con otros ex compañeros de la universidad, y él me dijo: ‘no, pues hagamos una cosa: venga, vamos a la casa, dejamos el taxi y pedimos otro taxi’.
En el camino él me fue comentando: que tenía un taxi, que al inicio trabajó el del papá, que ese le dio pa’ otro, que dos le dieron pa’ otro, y así… ¡No! Y a mí me dentra esa idea… Yo pensaba: ‘este hijueputa, tanto estudio, ¿y manejando taxi? Le tiene que ir muy bien’. Ay, a mí me dentró la idea: ¡Juepuerca! Si este dejó todo a un lado para manejar un taxi es porque este es un negocio el hijueperra.
Entonces empecé a averiguar y me fui a una agencia de taxi. Vendí el carro particular mío para ajustar la cuota inicial, renuncié a la empresa y… Me lancé.
El primer carro me lo entregaron un once de febrero, era un Grand i10. Yo empecé en el día y era muy bravo: las direcciones, que yo no conocía muy bien Medellín… Pero poco a poco me fui involucrando.
Ese carro lo pagué en tres años y medio y, gracias a la organización, yo alcancé a tener cuatro más. Pero… mire: un carro lo estrellaron y pérdida total; otro bajando por San Juan, a las doce y treinta de la madrugada, lo estrelló una camioneta y le arrancó el motor: también pérdida total; el tercero fue otro choque en la Avenida Oriental, antes de llegar al Centro Comercial Villanueva: el conductor se tragó el semáforo en rojo y le dio a otro taxi: pérdida total.
Ahora solo tengo un taxi. Yo no quise invertir más debido a la situación.
Y ahí estoy… Dedicado a trabajar en la noche.